La teoría de que los inmigrantes acaban rebajando los salarios del conjunto de trabajadores ha ganado un partidario. Miguel Sebastián, exasesor económico del presidente del Gobierno, se alineó recientemente con esa teoría económica, que también secundan el Banco de España y el BBVA. Sobre el papel, los sectores en los que los inmigrantes tienen más peso registran subidas salariales nada despreciables que llegan a superar el 4%, aunque un número cada vez más reducido de empresas pagan hasta un 20% menos a los empleados extranjeros, según CCOO.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que el sueldo medio de los inmigrantes es entre un 25% y un 35% inferior al que perciben los españoles porque ocupan los empleos peor pagados, con contratos precarios y nula antigüedad. La discriminación solo explica un 6% de la diferencia, según la Fundación Alternativas.
CONTRA LA DISCRIMINACIÓN El efecto dominó en los sueldos del resto de empleados de las actividades con más presencia de extranjeros no se da, a juzgar por los convenios. En la construcción, donde los inmigrantes ya son casi uno de cada cinco empleados, los sueldos han subido un 2,8%, pendiente de la revisión salarial al finalizar el año. El salario de un peón asciende a 17.575 euros brutos anuales.
En hostelería, donde uno de cada cuatro trabajadores no es español, la subida pactada es del 3,10%, con un sueldo base de 11.401 euros. Los incrementos han sido del 4,3% en el convenio de la fruta de Lleida, del 4,2% en atención domiciliaria, del 4% en limpieza de edificios y del 2,7% en el comercio.
CCOO y UGT se han marcado como una de sus prioridades atajar las discriminaciones. En las grandes empresas y sectores con mucha presencia sindical, las centrales consideran que es muy difícil la discriminación. El problema radica en sectores que todavía no están regulados o en empresas "minifamiliares" como las que abundan en la construcción, donde los sindicatos estiman que no se respetan los derechos laborales de los inmigrantes, según Ghassan Saliba, de CCOO. Por ello, reclama una actitud más activa de la inspección de trabajo que permita destapar esas bolsas de fraude.
Las tretas empleadas consisten en pactar un salario sin tener en cuenta las horas extras o los complementos del convenio, o por media jornada cuando en realidad trabajan el día entero, aplicar una categoría más baja de la real sin compensación aunque sea en negro o la pérdida de días de descanso o festivos.
Estas prácticas son posibles gracias a que los inmigrantes son más resignados. "Los empresarios toleran peor las quejas de los inmigrantes, y estos tienen más miedo a plantearlas", asegura CCOO en un informe sobre el empleo de los extranjeros. Al temor a represalias se añade la falta de información sobre "cosas básicas como la obligación de trabajar con contrato o que se cobra cada mes y no por semana o día", afirma Eva Granados, de UGT. Para que esa información llegue, los sindicatos han editado folletos explicativos en las lenguas más comunes de los empleados extranjeros.
Tras la regularización, algunas compañías exigen al trabajador foráneo que asuma los gastos de Seguridad Social, con lo que acaba cobrando menos que antes, según CCOO. Eso puede explicar que en algunos sectores muy afectados por esta práctica, como el servicio doméstico, la remuneración real haya descendido (un 1,7% desde 1998, según Miguel Sebastián).
Fuente: http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=265725
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