sábado, 2 de diciembre de 2006

La productividad, el talón de Aquiles de la economía española

España está perdiendo la comba de la productividad (producción por hora trabajada). Si en 1995 el diferencial de productividad entre EEUU y España era del 15% favorable al primero, el gap ha ido creciendo hasta el 27% el año pasado. Así lo puso de manifiesto recientemente el profesor de la Universidad de Valencia y miembro del Observatorio del BCE, Rafael Doménech, en el ciclo de conferencias “La productividad de la economía española” que dirige Luis Ángel Rojo, ex gobernador del Banco de España, en la Fundación Ramón Areces.

Según el profesor Doménech, 20 de los 27 puntos de ‘atraso' con respecto a EEUU son explicados por el capital humano, es decir, por la formación de los trabajadores.

Con respecto a la Unión Europea (UE) de 12 países (la UE de los 15 sin Portugal, Luxemburgo ni España), el diferencial se ha deteriorado del 95% de 1995 hasta el 87% del año pasado (UE12=100%).

La creación de empleo de los últimos años en España se ha concentrado en sectores de baja productividad, como el de la construcción.

El papel del sector público también tiene su incidencia en la productividad en una doble dimensión, según el trabajo de Doménech: por un lado, por el efecto de las regulaciones y por otro por las políticas educativas, que afectan a la calidad del capital humano. España aparece en el puesto 38 del ranking mundial de regulación (EEUU es el tercero e Irlanda ocupa el décimo lugar).

Un factor muy relevante a la hora de impulsar la productividad es el gasto real que destina un país a Investigación y Desarrollo (I+D) con relación a su PIB. España tiene presupuestados para 2007 casi 6.500 millones de euros, aproximadamente el 0,65% del PIB, una cifra aún insuficiente, a pesar de que esta partida presupuestaria duplica a la de 2004.

La productividad española creció un paupérrimo 0,6% en el segundo trimestre del año, lo que supone exactamente la mitad de la tasa de crecimiento de la zona euro (1,2%), y eso que el crecimiento económico español supera en un 1,1 puntos al de la eurozona (3,8% frente a 2,7% en el tercer trimestre), lo que vuelve a poner de manifiesto que el aumento de la actividad económica en España se nutre del empleo, de las personas, en detrimento de la productividad. "En la medida en que la expansión de los últimos años (en España) ha recaído sobre una actividad intensiva en mano de obra poco cualificada, la productividad de la economía ha crecido mucho menos", explicó el catedrático Julio Segura, quien ha coordinado un libro que lleva el mismo título que el ciclo de conferencias (“La productividad de la economía española”), editado por la Fundación Ramón Areces y que se ha publicado este año.

A pesar de los pesares, la productividad española creció algo más en el tercer trimestre de 2006, un 0,8%, aunque se trata de una tasa claramente insuficiente todavía, como así lo ha puesto de manifiesto el sindicato español Unión General de Trabajadores (UGT) recientemente, aunque exactamente el sindicato califica ese crecimiento de “especialmente preocupante desde el punto de vista del bienestar de la población”.

“La tendencia a la especialización en actividades de bajo nivel tecnológico y menor valor añadido, como la construcción y los servicios de baja cualificación, ha sido el factor que más negativamente ha influido en la productividad de la economía española y que más nos aleja de los estándares de productividad de los países desarrollados”, señala UGT en un comunicado.

Para aumentar la productividad de la economía española UGT propone “que desde los poderes públicos, y especialmente desde el sector privado de la economía, se lleven a cabo las actuaciones necesarias para revertir la tendencia de nuestra actual especialización productiva. Para la UGT resulta evidente que estas actuaciones pasan necesariamente por reforzar la inversión en actividades económicas directamente relacionadas con el conocimiento y la innovación, dado que son este tipo de actividades las que en el actual entorno económico mundial, generan los mayores avances de la productividad agregada en las economías”.

Como sentenció Julio Segura el pasado 22 de noviembre, en lo que ya se está convirtiendo en una frase célebre: “A largo plazo, una economía crece lo que crece su productividad”. Así que España ya puede ir poniéndose las pilas, como dice el lenguaje popular, y no es mala idea lo de las pilas porque precisamente el sector de la energía es uno de los que mayor productividad asociada conlleva.

Por Miguel Humanes.

Fuente: http://www.americaeconomica.com/portada/reportajes/diciembre06/011206/miguel.htm

No hay comentarios:

Google