España necesita una actitud más abierta: menos funcionarios y más iniciativa privada

«Tenemos que quedarnos con el diseño del producto y la gestión del cliente; la fabricación y tareas administrativas, que las hagan en otros sitios, porque no generan valor»
mario armero montes Presidente de General Electric Plastics para España y Portugal

Gijón, M. CASTRO

-En la década de los ochenta usted fue uno de los padrinos de la «nueva ola» madrileña. Vaya cambio.
-Con 18 años tenía esas inquietudes. Me gustaba la movida pop. Tuve un par de programas de radio, con música de grupos de la nueva ola. Yo fui quien lanzó a «Nacha Pop», que eran compañeros de estudios míos en el Liceo Francés.
-Y el Rock Ola.
-Yo le puse el nombre de Rock Ola, pero no era el dueño del local. Traía las actuaciones internacionales. Era una forma de ganar dinero mientras estudiaba. Luego lo dejé, porque en el fondo soy más convencional. Si acerté o no, no lo sé.
-Parece que sí, visto adónde ha llegado.
-Claro, pero lo otro era más divertido.
-Vamos a lo convencional. ¿Cómo ve la economía?
-España ha tenido un gran crecimiento. Hoy se vive bien en España. Me pregunto si dentro de diez años éste será un buen lugar donde vivir o un buen lugar donde vivir y trabajar, porque los demás países no se han quedado quietos y van avanzando. Falta una actitud más abierta hacia la innovación y el riesgo.
-¿Espíritu emprendedor?
-España nunca ha sido un país con cultura de emprendedores. Siempre fueron individuos excepcionales los que crearon empresa y proyectos. En los últimos años ha habido un aumento muy importante de los profesionales y del talento, que ha sido asombroso en campos como la ingeniería, el sector energético y la banca. En alguno de éstos somos líderes: España tiene la banca más eficiente de toda Europa. Pero falta el caudal que hay en otros países de empresas pequeñas, de esas que nacen en un garaje donde se juntan cuatro o cinco chavales con una idea, consiguen financiación y lanzan un producto. También me preocupa una sociedad en la que dos de cada tres jóvenes quieren ser funcionarios. El mundo no gira en torno a tener más funcionarios, si no menos funcionarios y más iniciativa privada.
-¿Convertir a todos los jóvenes en empresarios?
-Se puede ser emprendedor por cuenta propia o por cuenta ajena. Cuando una empresa contrata a un joven espera que tenga iniciativas, que proponga soluciones a los clientes e innove.
-Alude a la educación como una clave. Explíquese.
-Un adulto en España recibe una media de 9 años de educación. Uno europeo, 13, y americano, 15. Sobran palabras.
-¿Y las prejubilaciones, como las de los mineros con menos de 50 años?
-Quizás el minero lo tenga justificado por el tipo de trabajo. Es más preocupante la jubilación de directivos con 52 años; la generación que llevó a cabo la segunda transición de este país, la económica. Es talento que España necesita.
-España es uno de los países europeos que menos recursos dedican a I+D.
-Hace falta eliminar trabas, para que el empresario no tenga que dedicar la mitad del tiempo al papeleo administrativo. Y acercar la innovación al mundo de la Universidad y al empresarial. También hace falta una política industrial, porque los gobiernos tienen mucho que hacer. Por ejemplo, concentrando los polos de innovación sobre una determinada industria en una zona de España en concreto, para aprovechar las economías de escala.
-¿Conoce la realidad asturiana?
-Tengo alguna idea. General Electric está creciendo mucho en España. Nos hemos adaptado al territorio. La descentralización es mejor para el mundo de los negocios. Se toman las decisiones más rápidas en una comunidad autónoma que yendo por Madrid. Parte del crecimiento español se debe al Estado de las autonomías. Por eso estamos en distintos puntos de España. Pero en Asturias tenemos una presencia mínima. Estamos en el mundo hospitalario, con equipos de diagnóstico médico; en el sector energético, con centrales de Hidrocantábrico y también parques eólicos construidos con tecnología nuestra. Tenemos interés en desarrollar el campo de la financiación al consumo. En los próximos meses tendremos contactos con entidades de la zona para desarrollar este servicio. Esos nuevos servicios financieros son los que tienen recorrido, dado que los préstamos hipotecarios ya se están agotando.
-También están con Duro.
-Asociados en proyectos para Endesa. También compramos componentes a Duro Felguera para nuestra fabricación de aerogeneradores de Toledo.
-Uno de los negocios de su empresa son las desaladoras.
-Hay que economizar agua, porque se ha abusado. Es barata y no hay sensibilidad respecto a la escasez. Por otro lado, hay que desarrollar tecnologías de desalación, incluso en zonas donde hay agua, como Asturias.
-¿Desaladoras en Asturias?
-La administración tiene que primar a aquellos que sean eficientes en energía y en agua: hacer un modelo para que empresas, zonas hoteleras y municipios se busquen su propia agua, vía desalación. Aunque tengan acceso al caudal de las confederaciones.
-¿Una alternativa a hacer nuevos embalses?
-A los ecologistas no les gustan los trasvases ni las presas. La desalación resuelve, por ejemplo, esa discusión sobre cómo se va a dar agua a un campo de golf en vez de a una población. En el futuro las industrias tendrán que buscar sus fórmulas de ahorro. Entramos en la economía de la escasez, que se caracterizaría por nuevas tecnologías eficientes en energética y agua. Las administraciones tienen que hacer políticas de impulso a esas eficiencias.
-Ustedes están desarrollando tecnologías limpias para centrales de carbón. ¿Tiene futuro?
-Los dos temas más importantes que se tienen que afrontar en Europa son energía y educación. Entramos en un nuevo escenario energético para reducir la dependencia del petróleo. Hay reservas de carbón en el mundo para 200 años. El carbón da trabajo y no es la forma más cara de producir energía. Lo que hay que hacer es desarrollar tecnologías limpias y en eso se está. También para secuestrar CO2.
-¿Y las renovables?
-Los molinos de viento viajan mal por carretera; son muy grandes. Por eso el crecimiento en energías renovables en una comunidad autónoma es una oportunidad para procurar que se instale algún fabricante.
-¿Energía nuclear?
-China prevé construir 27 grupos nucleares. Esta energía no ha dejado de crecer en Francia. Y ahora Finlandia, que es un país absolutamente ecológico, va por el quinto grupo.
-¿Qué opina de la reordenación del sector energético español tras la opa sobre Endesa?
-No puedo opinar; todos los jugadores son nuestros clientes.
-Asturias lleva años reconvirtiendo sectores tradicionales. ¿Y el futuro?
-Creo que hay una excelente base de ingenierías en Asturias por esa tradición industrial que tuvo. Ahora lo que tiene quehacer es mirar hacia las industrias del futuro. Preguntarse ¿dónde va a haber mercado y demanda en los próximos años y que se compagine con una base de los conocimientos profesionales que aquí se tienen? Por ejemplo, en la industria de aerogeneradores o sus componentes, por el desarrollo que va tener esta energía en toda España. Otro ejemplo es la externalización de servicios informáticos. Satec, CSC y Capgemini están establecidas aquí.
-¿Y las deslocalizaciones?
-Son procesos inevitables y que incluso no vienen mal. España no puede competir y no debe luchar por mantener industrias de poco valor añadido. Tenemos que competir en el diseño del producto y en la gestión del cliente. La fabricación de productos y las tareas administrativas, que las hagan en otros sitios, porque eso no genera valor.
-Cuando ocurren, los trabajadores se van al paro.
-Se pueden dedicar a otras tareas. Se puede aprovechar el plan de infraestructuras hasta 2020 para hacer esa reconversión. Las deslocalizaciones no pueden obsesionar. Lo peor que se puede hacer es que los políticos digan «ustedes no se pueden ir»: primero, porque se van a ir igual; segundo, porque al poner problemas en la salida, crean barreras para entrar, al asustar a los que piensan venir.
-¿Y la devolución de subvenciones?
-Si se han incumplido las obligaciones, me parece bien que se pida su devolución. Lo que no se puede es tratar a esa gente como a delincuentes, con declaraciones políticas de hostilidad.
-¿Cómo ve la aparición en escena del capital de países emergentes, como es el caso de Mittal?
-Que compró Arcelor. Con los países emergentes se está reproduciendo el fenómeno del Japón de los setenta. Comenzaron ofreciendo un gran mercado, se reforzaron financieramente, se profesionalizaron y ahora están invirtiendo en todo el mundo. Espero que esas nuevas multinacionales actúen con los valores corporativos de las clásicas, pero eso está por ver.

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