sábado, 14 de abril de 2007

Los jóvenes españoles no quieren trabajar mientras estudian

Andrea Pérez-Bouzada / MADRID (14-04-2007)

La distancia existente entre las competencias laborales de los jóvenes y las necesidades por parte de las empresas es cada vez mayor. Ésta es una de las principales conclusiones que se derivan del último informe elaborado por Adecco Institute, grupo internacional de expertos dedicados al estudio del futuro del empleo. La falta de herramientas básicas para enfrentarse con éxito al mundo laboral está carente en los profesionales de menor edad. Entre las que más se echan de menos se encuentran el trabajo en equipo y las habilidades comunicativas.

Terminar los estudios y encontrar un empleo no siempre resulta sencillo. Peter Siderman, director de la firma responsable del estudio, asegura que entre los factores más importantes del desempleo de los jóvenes profesionales se encuentra la tardía incorporación al mercado laboral. El caso español es, a su juicio, uno de los mejores ejemplos. 'Las empresas quieren personas con algo de experiencia. En algunos países los jóvenes obtienen su primer empleo a los 16 o 17 años. De esta forma aprenden como funciona el mercado laboral', comenta Siderman.

El experto señala además, que otra de las dificultades que tienen los jóvenes en cuanto a la inserción en el mercado de trabajo es que a las empresas les cuesta valorar adecuadamente la calidad de los títulos y de la formación recibida. 'La titulitis es un fallo que se ve en la mayoría de los países europeos', afirma.

El estudio de Adecco Institute revela que la exposición de los jóvenes europeos al desempleo es dos veces superior a la de la media y que la transición de la escolarización al trabajo es una fase decisiva para aumentar los niveles de empleo y la ocupabilidad.

Además, el informe refleja cómo en Europa existe una clara interconexión entre las tendencias del PIB y las tasas de desempleo entre los jóvenes. Así, cuando el crecimiento económico se ralentiza, lo primero que se recorta o se congela son los trabajos para jóvenes y lo opuesto sucede cuando el proceso se invierte. En término medio, cada aumento o descenso del 1% del PIB afecta el doble a las perspectivas profesionales de la gente joven en comparación con el conjunto de la fuerza laboral.

La visión de conjunto esconde diferencias abismales entre los distintos Estados miembro de la Unión Europea en cuanto a tasas de desempleo de jóvenes, que van desde el 20% y el 30% en países como Polonia, Italia, Grecia y Francia hasta el 7% y el 9% en Dinamarca e Irlanda. Las tasas de desempleo juvenil representan en la mayoría de países más del doble de las tasas de desempleo total. En algunos países es el triple.

España se encuentra en una situación intermedia. Los expertos aseguran que ha mejorado mucho en los últimos años debido fundamentalmente al crecimiento económico. 'Respecto al resto de países europeos España está en el medio, tanto en lo que respecta al paro en general como al juvenil, aunque el segundo sigue siendo más elevado. Aún hay bastante distancia para estar entre los mejores', declara Peter Siderman.

Entre las medidas más urgentes para mejorar la situación de los trabajadores más jóvenes está intentar cambiar la actitud que esta generación toma frente al entorno profesional. 'Es importante que los jóvenes estén más dispuestos a trabajar en algo que no sea el puesto idóneo para ellos, porque así se entra en el mercado', dice Siderman. 'Nunca es pronto para empezar a pensar en el trabajo. La gente joven debe comenzar a informarse y a preocuparse por el mundo laboral tres años antes de acabar los estudios. Así, la inserción será más fácil', concluye.
La responsabilidad ha de ser de todos

• El informe de Adecco Institute ofrece algunas recomendaciones dirigidas a las administraciones y organismos de los países europeos. Concentrarse tan sólo en las tasas de empleo no garantizará la provisión de las competencias necesarias para que la futura economía de Europa esté orientada a los servicios, dependa de la información y se centre en el conocimiento.

• Para que los jóvenes europeos puedan obtener una formación de calidad se necesitan diversas organizaciones intermedias, tanto públicas como privadas, que trabajen de forma conjunta con las instituciones educativas existentes.

• Europa debe abarcar todo el sector de formación y competencias mediante un programa coordinado por una 'Comisión de competencias profesionales de la UE' que incluya a empresarios y responsables de políticas.

• Un primer paso en este sentido sería designar a un 'coordinador de transición' para cada escuela de la UE (bajo financiación pública o privada) para que ejerza el papel de mediador entre el sistema educativo y la vida laboral. En la escuela, los jóvenes que disponen de conocimientos suficientes no reciben una preparación adecuada para cubrir esta la demanda de las organizaciones. Por ello, el riesgo tanto de una elevada tasa de desempleo como de sufrir de escasez de conocimientos aumenta.

• A esto se debe añadir que los problemas de transición al mercado de trabajo que la juventud experimenta en la Unión Europea coinciden en el tiempo con el envejecimiento de la fuerza laboral, lo que agrava la escasez de talento y competencias a pesar de una tasa de desempleo entre los jóvenes del 18%.

http://www.cincodias.com/articulo/D/jovenes/espanoles/quieren/trabajar/mien tras/estudian/cdspor/20070414cdscdicnd_22/Tes/

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