Se necesitan «MacGyvers»

El director-gerente de Fucomi, Jorge Suárez, define los nuevos yacimientos para el empleo juvenil en las Cuencas y las tendencias del mercado laboral
Fucomi, la fundación para la formación laboral de los jóvenes de las comarcas mineras, tiene su sede en las antiguas instalaciones del pozo San José de Turón. Esta entidad, que sondea los nuevos yacimientos de empleo, trabaja hoy en día en dos líneas: la formación de personal para el sector de las energías renovables y la formación de un especialista en servicios de mantenimiento de maquinaria al que, con humor, llaman «el Macgyver», en alusión al agente secreto de la tele que todo lo arreglaba.

Pozo San José (Turón), E. LAGAR

Convertirse en «MacGyver» tiene futuro laboral para los jóvenes de las Cuencas. Hay un sector empresarial que demanda un tipo de profesional ducho en todas las disciplinas propias del departamento de mantenimiento de maquinaria; «manitas» cuya máxima expresión es Angus MacGyver, aquel agente secreto de la televisión de los ochenta encarnado por el actor Richard Dean Anderson, capaz de arreglar un Jumbo con un clip y un chicle.

Hay hueco laboral convirtiéndose en «Macgyver». Al menos, así lo piensan los expertos de Fucomi, la fundación participada por el Ministerio de Trabajo, el Principado, los sindicatos y Hunosa, creada para formar a los jóvenes de las cuencas mineras y promover su inserción en el mercado laboral. Fucomi está poniendo en marcha un curso de mil horas para sacar jóvenes «macgyvers» al mercado de trabajo. Otra de sus líneas de actuación es la formación de personal para el sector de las energías renovables.

Son los nuevos yacimientos de empleo que Fucomi ha detectado para dar trabajo a los jóvenes de las cuencas mineras. Sus últimos «productos formativos», resultado de un continuo sondeo de las necesidades del mercado. El entreguín Jorge Suárez dirige esta fundación asentada en las instalaciones del antiguo pozo San José de Turón. Tiene un discurso entusiasta con el que va perfilando alguna de las piezas clave que los asturianos de las Cuencas -y todos en general- han de reunir para completar una nueva economía regional.
lLo primero, aprender a vender. Es una de las obsesiones del director de Fucomi. Dice, sólo medio en broma, que una de las necesidades de las comarcas mineras -y de la región- es una escuela de ventas para aprender a promocionar sus valores, a comercializar sus productos. Pone un ejemplo de su experiencia personal, un sucedido que, a su juicio, diferencia un buen negocio de otro con menos posibilidades. «Por motivos de trabajo estaba yo en Zaragoza. Entré en un bar, serían las ocho de la tarde. El bar se llamaba El Monumental. En ese momento se abrieron las puertas de la cocina y salió un camarero con una bandeja voceando "¡Ya están aquí los monumentales! ¡Los monumentales!". Oye, yo cogí uno de aquellos pinchos. Uno de aquellos "monumentales". Estaba riquísimo. Al día siguiente, a las ocho y media, estaba allí a por otro monumental. Eso es vender. Y eso todavía no lo he visto hacer en un bar en Asturias».
lHay que pensar a lo grande. Es una consecuencia de lo anterior. Aprender a vender y creer en lo que se hace: pensar a lo grande. Jorge Suárez vuelve a su experiencia personal y recuerda una visita al Parque Tecnológico de Zamudio, en el País Vasco. «Lo que más me sorprendió fue un panel enorme que decía: "En el siglo XXI los vascos estaremos a la vanguardia de las tecnologías de la información". Tanto lo lees que al final te lo crees. Hace unos días leí en LA NUEVA ESPAÑA una frase que su madre le decía a Rosina Gómez-Baeza, la directora del centro de arte de la Laboral: «No te creas más que nadie, pero menos tampoco. Yo lo suscribo. Hemos de recuperar nuestra autoestima y salir fuera sin olvidarnos de que aquí hacemos cosas importantes».
l Cultura de región. El director de Fucomi considera que la recuperación de la autoestima, el afán por vender los productos hechos en Asturias no sólo debe ser tarea de los empresarios. Debería implicarse toda la ciudadanía. Regresa a su experiencia cotidiana. «A principios de los años noventa, en una visita que hice a Bilbao fui a comer a un bar el plato del día. Pedí y me lo sirvieron rapidísimo. Se lo comenté al camarero y ¿sabes qué me dijo? "Pues claro, a ver si levantamos entre todos el País Vasco"». Jorge Suárez: «Para sacar esto adelante tenemos que involucrarnos todos, el futuro tenemos que ir haciéndolo cada día».
lColchones y autoempleo. Fucomi, fundada en el año 1993, promueve escuelas taller, casas de oficios y talleres de empleo, además de formación ocupacional y formación «a la carta» para aquellas empresas que así lo demanden. Por las escuelas taller han pasado en estos años unos 2.800 alumnos, de los que se han insertado en el mercado laboral tres de cada cuatro. Durante este período Jorge Suárez ha constatado dos tendencias aparentemente contradictorias. Por un lado, ha percibido el efecto del «colchón de la renta» generado por las prejubilaciones y considera que en algunos casos «los padres y los abuelos están haciendo a los jóvenes un flaco favor» por mantenerlos en un nivel de vida ficticio, que nunca alcanzarían si dependieran exclusivamente de su actividad. Por otra parte, también ha constatado un incremento del espíritu emprendedor entre todos los jóvenes de las Cuencas que han pasado por las aulas de Fucomi. «Al principio de nuestra andadura el autoempleo era siempre la última opción para entrar en el mercado laboral y últimamente se está convirtiendo en la primera opción que se plantean para cuando acaben el curso».
lEl primer empleo, no el último.Para aquellos que encuentren trabajo Suárez advierte de que los tiempos también han cambiado, que ya no están en la situación de sus padres, que encontraban en Hunosa una seguridad laboral hasta la jubilación. «Que no piensen que el primer empleo de su vida será el empleo de su vida. Tendrán que hacer una búsqueda activa de empleo. Hay que buscar empleo desde el empleo, no desde la oficina del Inem».

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