GINEBRA. España avanzó en 2006, por segundo año consecutivo, un puesto entre las 55 economías más competitivas del mundo, hasta situarse en el número 30 en el ranking de la escuela de negocios suiza IMD. Según el Anuario de la Competitividad 2007 de este centro, si el índice de competitividad máximo lo ostenta EEUU -el primero de la lista mundial seguido de Hong Kong-, el de España representa el 61,5 por ciento del estadounidense, frente al 58,38 por ciento de hace un año.
Las principales causas de la mejora de la competitividad española en 2006 radican en el incremento de las inversiones extranjeras, el ritmo de crecimiento, la coherencia política del Gobierno y la reducción del paro. También se mencionan la previsión de que la gestión de las finanzas públicas mejorará en los próximos dos años o la poca incidencia de subsidios en la vida económica. Asimismo, se ha reducido la amenaza de la deslocalización de negocios de servicios y hay mayor apertura cultural hacia el exterior más incentivos para buscar empleo.
En cuanto a lo que ha empeorado, destacan los precios de la electricidad para las empresas, las inversiones directas internas, el apoyo de la regulación para hacer negocios y crear empresas, la carga impositiva sobre las personas físicas y la balanza por cuenta corriente. Tampoco ha mejorado la capacidad de los políticos para asumir los retos económicos, la protección de la propiedad privada, la administración de la Justicia y la cooperación tecnológica entre empresas, y aumenta la percepción de casos de corrupción.
El IMD cree que los grandes retos de España para 2007 son mejorar su capacidad tecnológica y su sistema educativo, garantizar la eficiencia del mercado energético nacional y europeo, acometer una "profunda" reforma del mercado laboral y reducir los impuestos a las empresas.
http://www.huelvainformacion.es/86602_ESN_HTML.htm
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