Si se percibe la pensión más años es lógico que se trabaje un poco más

El Gobierno apuesta por «estimular la permanencia en el empleo» en vez de «retrasar la edad de jubilación»
J. L. GALENDE/

En pleno debate europeo sobre el retraso de la edad de jubilación, el ministro de Trabajo no ve necesaria esta medida en España, donde el retiro real se produce a los 63,5 años de media, frente a los 59 de Alemania. Jesús Caldera sí aboga por estimular la permanencia en el empleo hasta los 65 años, o incluso más allá mediante incentivos, para garantizar a largo plazo la viabilidad del sistema público de pensiones. Si las prestaciones se cobran durante más tiempo por la prolongación de la esperanza de vida, «es lógico que se trabaje un poco más», apunta. En todo caso, defiende que cualquier iniciativa sociolaboral debe ser adoptada por consenso, como se ha hecho en esta legislatura.

- En una legislatura caracterizada por el consenso en su Ministerio, ¿qué balance hace del diálogo social?

- Ha habido un acuerdo en materia laboral, otro sobre la reforma de la Seguridad Social, otro sobre autónomos y también en materia de inmigración. Ha sido un diálogo muy intenso y sus frutos han sido los más abundantes del periodo democrático. Los resultados serán, sin duda, positivos. Mi afán ahora es reducir la precariedad laboral. Euskadi, por ejemplo, ya está por debajo del 30% de temporalidad, tras crecer la estabilidad casi cinco puntos en las empresas privadas. Mi aspiración es conseguir que la nueva cultura de la contratación fija inicial se extienda. No sólo porque es más rentable para el empresario (paga menos a la Seguridad Social), sino porque un trabajador fijo es más productivo, tiene menos siniestralidad y está más interesado en tener una buena formación.

- Tras el éxito del plan de choque de seis meses, parece que se ha frenado un poco esa 'explosión' de contratos fijos al desaparecer los incentivos a las empresas por la conversión de contratos temporales en fijos.

- No, en absoluto. Desde que se inició el plan de choque se han creado casi 1,7 millones de empleos indefinidos en toda España, que es una enormidad. De ellos, 860.000 han sido conversiones directas de contratos temporales. Pero en el primer trimestre de este año, en el que ya no está en vigor esa medida extraordinaria y la ayuda se concede al contrato indefinido inicial, éste ha crecido casi un 50% sobre el mismo periodo de 2006.

- Un asunto comprometido en el proceso de diálogo es modernizar la participación institucional de los agentes sociales, de la que se ha dicho que incluiría una nueva fórmula de financiación...

- El sistema actual se mantiene. Las organizaciones sociales nunca han demandado aumentar las subvenciones, sino darle agilidad y transparencia. Por tanto, el sistema es el mismo. Lo que sí hemos hecho es modificar la Formación Profesional, que era el interés de todos. Hemos unificado la ocupacional y la continua dando un papel determinante a las comunidades autónomas, mejorando los elementos de formación a lo largo de toda la vida y favoreciendo la especialización. Todo esto forma parte de un paquete que esperemos mejore el sistema.

Transferencias a Euskadi

- ¿Cómo se acomoda el País Vasco en esta reforma, dado que no tiene transferidas las competencias?

- Es el Estado quien garantiza plenamente esa formación a través del sistema estatal de empleo. Es más: el Gobierno Vasco sabe que mi disposición siempre ha sido favorable al traspaso de las políticas activas de empleo, siempre que se enmarque dentro de criterios aceptables de los intereses y competencias estatales. Estamos dispuestos a desarrollar esa negociación, pero en esos términos, porque no tenemos ningún ansia por retener competencias en esta materia. Es un asunto que no se debe mezclar con cuestiones como la Seguridad Social y su gestión, que es un elemento distinto. Debe ser un sistema único de todos los españoles, cuya gestión única garantiza, en mi opinión, la confianza de los ciudadanos en él.

- ¿Es cierto que la transferencia de las políticas activas se bloqueó por la unidad de caja?

- Por una cuestión de bonificaciones, que paga el sistema estatal de empleo, pero cuya gestión corresponde a la Seguridad Social, y que entendemos entra dentro del modelo de gestión global. No pensamos que eso se pueda trocear. No es positivo para el ciudadano y puede introducir riesgos sobre la estabilidad y garantía del sistema.

- Es un hecho que el sistema de pensiones atraviesa un momento excelente, pero ¿cree necesario de cara al futuro retrasar la edad de jubilación, como están haciendo Alemania y otros países y ha defendido un asesor económico de La Moncloa?

- Ya hemos tomado medidas para estabiliza el sistema, que se están tramitando en el Parlamento. El hecho de que cuando estás haciendo una reforma ya te pidan la siguiente es un poco extraño. El sistema funciona ahora mejor que nunca, con los mayores y mejores resultados. La Comisión Europea, que ha venido haciendo previsiones pesimistas sobre el sistema español, ahora lo considera como el segundo mejor situado de toda Europa, tras el de Dinamarca. Ello no quiere decir que no tengamos que pensar en reformas en el futuro, dentro de bastantes años. Y es que el ciudadano entenderá muy bien lo siguiente: si se viven cada vez más años y la gente percibe más años la pensión, es lógico que se trabaje de forma efectiva un poco más de tiempo. Eso no quiere decir retrasar la edad de jubilación, sino estimular el mantenimiento de la gente en su empleo. Por ejemplo, seguir trabajando después de los 65 años, en la reforma que estamos tramitando, supondrá recibir una pensión entre un 2% y un 3% superior por cada año en activo, que es un gran incentivo. En España la edad media efectiva de jubilación está en los 63,3 años, once meses más que en el comienzo de la legislatura, y en Alemania, en los 59. Por ello Alemania quiere alargarla.

- ¿Cuál es, entonces, su propuesta al respecto?

- Lo ideal sería acercar la edad efectiva de retiro a la oficial de 65 años. Colocarla en ese nivel nos daría otros 15 ó 20 años de garantía del sistema, sin tener que recurrir a ninguna otra medida. Y si consiguiéramos que la carrera de cotización de la mujer fuera similar a la del hombre, se ampliaría muchos más años la garantía. Es en estas cuestiones, incluidas en la reforma laboral, en las que estamos trabajando.

Pensiones mínimas

- ¿Es partidario de aumentar la proporcionalidad entre lo aportado y lo recibido por los pensionistas?

- Ya lo hemos hecho en la actual reforma; en la siguiente legislatura, ya veremos. En la ley enviada al Parlamento se eleva la contributividad por varias vías, como el recorte del acceso a la pensión parcial por contrato relevo, el aumento de los años efectivos de cotización para tener derecho a pensión o en la pensión de incapacidad total.

- ¿Una política muy generosa con la pensiones mínimas no puede desincentivar la afiliación a la Seguridad Social y cotización de ciertos colectivos?

- No. Tenemos un exquisito cuidado con ello. Por eso, la pensión mínima tiene que estar siempre por debajo de la pensión contributiva.

- El PSOE, su partido, ha propiciado un acuerdo en el País Vasco para equipararlas al salario mínimo.

- La pensión contributiva en el País Vasco, donde las rentas son superiores a las del resto de España, está por encima del salario mínimo. Pero, por supuesto, tiene que haber una diferencia en favor del que contribuye, aunque también hay que garantizar un suelo mínimo que permita a las personas vivir con dignidad.

- Respecto a la siniestralidad laboral, ¿qué espera de la entrada en vigor de la Ley de Subcontratación?

- Tengo muchas esperanzas porque reduce la tremenda cadena de subcontratación. Esta norma va a bajar la siniestralidad, que es alta pese a que está bajando. A ello contribuirá también la estrategia que estamos negociando con los interlocutores sociales, que podría cerrarse en mes y medio. Tenemos que conseguirlo.

- ¿Puede adelantar algunas de esas futuras medidas?

- Son muchas: acciones de formación, mayor rigor en la aplicación de los controles, garantías de cumplimiento de las medidas de prevención, y no sólo la Inspección... Es una negociación que está avanzada, pero cualquier disposición debe ser adoptada por consenso porque, si no, no sirve. Las medidas de laboratorio que no se acuerdan no dan buenos resultados.

- ¿Cómo se va a regular el derecho de paro de los autónomos?

- La ley dice que se creará ese sistema, que habrá que pactar con los protagonistas. Yo quiero hacerlo rápidamente, que sea general y obligatorio (de lo contrario no se podría financiar), con una contribución baja. Todas las mejoras que incorpora el Estatuto de Autónomos generarán un incremento modesto de cotizaciones de tres, cuatro o cinco puntos como máximo.

- Respecto a la Ley de Igualdad, desde la empresa privada se han elevado críticas contra la obligatoriedad de la paridad en sus cargos directivos. ¿Cómo lo defiende?

- Primero quiero decir que es una ley muy profunda y no creo que nadie discuta una iniciativa que combate la discriminación y el acoso sexual, que establece una mejor protección de la maternidad y un nuevo permiso de paternidad, y que favorece la carrera profesional de la mujer. Una inmensa mayoría, más del 80% de los españoles, está a favor de ella. En las empresas ocurre igual. Es una ventaja competitiva. Quien dice que no hacen falta medidas de discriminación positiva no cree en los derechos de la mujer. Las empresas que han realizado esta incorporación han mejorado su imagen, su marca, su responsabilidad social, las ventas, la toma de decisiones... Por eso digo a los empresarios que esto no es una carga, sino una oportunidad. Por tanto, vamos a hacerlo bien, como Noruega y Suecia, y se verán sus frutos en poco tiempo.

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