tributación de los asturianos al Estado alcanzó en 2006 los 2.377 millones de euros, tras un aumento del 11,7%, el mayor en catorce años.
Luis GANCEDO
Asturias mejora su aportación a las cuentas del Estado. Región siempre deficitaria en el balance entre lo que pone y lo que recibe de la caja común de Hacienda, en 2006 pudo paliar en alguna medida ese desequilibrio gracias a que la recaudación de la Agencia Tributaria en el Principado marcó un máximo histórico, creció en una proporción que no se repetía en 14 años e igualó, al contrario que en la mayoría de los ejercicios precedentes, la velocidad media a la que están incrementándose los ingresos fiscales de la Administración central, bien nutridos por el ciclo económico favorable. Así ha ocurrido también en Asturias: los ciudadanos tributaron más y mejor el pasado año porque trabajaron más y sus empresas también ganaron más.
Las cuentas principales son las siguientes: las delegaciones de la Agencia Tributaria en Asturias recaudaron en 2006 unos 2.377 millones de euros (casi 396.000 millones de pesetas) por los impuestos estatales (IRPF, sociedades, IVA, especiales...); tal cantidad supone 249 millones más que en 2005, equivale a un incremento del 11,7 por ciento interanual y representa el aumento de mayor alcance desde el que se registró en 1992. Y conforme a las explicaciones de Arturo Tuero, delegado especial de la Agencia en el Principado, vistos esos resultados resultan llamativos rasgos fuera de lo común en los últimos años: La recaudación crece una décima por encima de la media española (11,58 por ciento) y se acelera en un momento en el que en otras comunidades autónomas y en el conjunto del país los ingresos del Estado, aun creciendo a ritmos muy notables, han perdido algo de gas.
«Es significativo que la recaudación crezca más que la media cuando lo frecuente ha sido que vayamos algo por detrás», diagnosticó Tuero. ¿Qué ha pasado en el Principado para que las cuentas de Hacienda hayan mejorado como se ha expuesto? Los especialistas -entre ellos el propio delegado de la Agencia Tributaria- suelen asociar la evolución favorable de la recaudación de impuestos a variopintos factores que incluyen la eficacia en la gestión recaudatoria y en la persecución del fraude, la mayor disposición de los ciudadanos a cumplir sus obligaciones con el Fisco, las subidas de tributos y, principalmente, el tono de la actividad económica. A más rentas, más beneficios y más consumo, más caja para Hacienda.
En 2006, al contrario de lo que ocurrirá desde este año con el IRPF y el impuesto de sociedades, no se aplicaron modificaciones tributarias que pudieran argumentar al menos en parte el comportamiento de la recaudación del Estado en Asturias. La explicación más plausible, contrastada con Tuero, es que ha sido sobre todo el dinamismo del mercado laboral y la buena marcha de los negocios lo que ha propiciado que Asturias converja con el promedio de España en la velocidad a la que se intensifican los ingresos de Hacienda. El modo en que lo han hecho los grandes tributos y algunas razones que lo explican se exponen a continuación.
lIRPF. La Agencia Tributaria recaudó el pasado año 933,7 millones de euros por el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), un 14,1 por ciento más que en 2005. Es un avance análogo al que se produjo en el conjunto de España y una de las claves del balance de Hacienda en la región. «El dinamismo del mercado laboral permite que más personas se incorporen al trabajo y aumente el número de contribuyentes. La llegada de inmigrantes también lo está incrementado», comentó Arturo Tuero.
Ya en el ejercicio fiscal de 2005, Asturias sumó 16.500 contribuyentes más del IRPF y superó las 467.000 declaraciones de la renta. En 2006, Hacienda recibió, sobre todo en retenciones por las rentas del trabajo asalariado, 115 millones de euros más. Y por ahora la tendencia se mantiene: la región inició 2007 tributando por el impuesto de la renta un 11,7 por ciento más que en el mismo mes de 2005. Es así a pesar de que desde comienzos de año la nueva reforma fiscal ha producido un ligero aunque generalizado descenso en las retenciones que los trabajadores por cuenta ajena tienen en sus nóminas.
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