Susana Alcelay
Domingo, 25-01-09
El mercado de trabajo está en caída libre. Un puñado de datos ha sido suficiente para poner las cosas en su sitio, para impartir una didáctica clase de objetividad a aquellos que a estas alturas siguen sosteniendo que la crisis económica no es tan grave como dicen algunos.
Ahí van sólo unos datos: el pasado año la economía española destruyó ni más ni menos que 620.000 puestos de trabajo, lo que dejó la ocupación por debajo de los 20 millones. Si a esto le unimos la fortaleza de la población activa, que ha crecido en los últimos meses un 2,95%, el paro afecta a 3.207.900 personas, el 13,91% de la población activa, cinco puntos más que un año antes. Son datos que hablan por sí sólos, que reflejan a la perfección cuál está siendo la virulencia del ajuste sobre el mercado de trabajo y que revelan que los cuatro millones de parados están mucho más cerca de lo que se cree el Gobierno.
Si en 2008, con la economía en crecimiento, el número de desempleados creció en más de 1,2 millones, en 2009, con la economía en plena recesión, el crecimiento del paro no se espera menor.
La visión más dramática de la crisis es, sin duda, el paro, pero más si cabe cuando todas las personas de una misma familia están en esta situación. El dato en este caso también habla por sí solo: en España hay ya 827.200 hogares con todos sus miembros en paro, lo que supone casi el doble que un año antes. Casi la mitad de ellos han accedido a esta situación en el último trimestre de 2008, periodo en el que, por otro lado, se concentra también la mayor destrucción de empleo (489.600), y el mayor aumento del paro (609.100), lo que refleja el extraordinario y rápido deterioro de la economía española.
Los remedios
Y ante la situación, ¿qué hará el Gobierno? La vicepresidente primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el secretario de Estado de Economía, David Vegara, anunciaron nada más conocer los datos, que el Ejecutivo estudia medidas adicionales para ayudar a estos colectivos, medidas que irían encaminadas hacia los subsidios y que chocan de lleno con lo que reclaman la mayor parte de los expertos. Es admisible que a estos colectivos se les lance un salvavidas para que no se ahogen, pero lo primordial es que, cuanto antes, se puedan incorporar al mercado de trabajo.
¿Un cambio de tendencia?
La situación parece que no va con el Gobierno. Vegara, dudó ayer de que se alcancen las elevadas tasas de paro que augura la Comisión Europea, sobre todo para 2010 (el Ejecutivo calcula una tasa de paro del 15,7% y la CE del 18,7%) porque, en su opinión, hay elementos que apoyan «la posibilidad de un progresivo cambio de tendencia» y que para 2010 se «sienten las bases de la recuperación de empleo». Nadie, salvo el Ejecutivo, maneja estas previsiones tan optimistas.
El momento exige medidas rápidas para hacer frente al vendaval económico. No son admisibles frases como «hemos utilizado todo el margen que teníamos contra la crisis», pronunciadas por el ministro de Economía, Pedro Solbes. Oposición, sindicatos y empresarios están pidiendo celeridad al Ejecutivo en la toma de decisiones, que la mayoría de expertos vinculan a reformas económicas, más flexibilidad, rebaja de impuestos, sobre todo a las empresas y, sobre todo, menos alegrías en el gasto público porque suponen pan para hoy pero hambre para mañana.
Publicado en: http://www.abc.es/20090125/economia-laboral/paren-este-paro-20090125.html
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