FRANCISCO MURO DE ISCAR
El petróleo disparado en sus precios, el gas, bajo amenazas de terceros países, las tarifas eléctricas cada vez más altas, una seria preocupación por los efectos que la contaminación está causando en el mundo... y España con una promesa de cierre de todas las centrales nucleares que, hoy por hoy, garantizan una cierta independencia en el autoabastecimiento, son las menos contaminantes y que son una de las industrias punteras, más controladas y más seguras del mundo. También hoy por hoy, las energías alternativas no dejan de ser un excelente sistema para cubrir pequeños porcentajes y no hay ninguna garantía de que, en un futuro próximo, puedan ser un instrumento fundamental en el abastecimiento energético.
Francia, que es una potencia nuclear de primer orden y que no ha renunciado nunca a serlo, independientemente de que gobernara la izquierda o la derecha, acaba de anunciar que va a nuclearizar Marruecos, con un gran proyecto de energía nuclear civil con nuevas centrales para producción de electricidad y desalinización de aguas. Sarkozy ha cerrado otro acuerdo con Libia y Argelia, Túnez y otros países africanos están en la lista. España era una potencia en la ingeniería nuclear, pero hoy ese I+D o se explota en otros países o se ha perdido.
Joan Rosell, el presidente del Fomento del Trabajo, la patronal catalana, ha pedido una reflexión sobre el carbón y las nucleares para asegurar la energía y comenta a quien le quiere escuchar que no es serio que, en este momento histórico, no haya un debate serio, riguroso sobre el futuro energético.
No hay supervivencia sin energía y parece difícil que pueda haber energía suficiente sin nucleares. Los únicos que parecen no enterarse son los partidos políticos. Unos porque, el voto es el voto, han comprometido el cierre de las centrales nu- cleares a plazo fijo y no parecen dispuestos a dar marcha atrás. Eso no impide que el PSOE, que en España ratifica eso cada vez que hay oportunidad, en la Eurocámara en Bruselas apoye el Informe Reul que estima clave la energía nuclear en la lucha contra el cambio climático. Otros, porque no saben si sacar la bandera y, tal vez, perder algunos votos, o esconderla aunque se comprometa el futuro.
Todo es un contrasentido. Si hay una catástrofe nuclear en Francia o en Marruecos, nos afectará de lleno. Si nos falta energía, se la compraremos a Francia y será nuclear. Cualquier otra central, el petróleo y el carbón contaminan más que una nuclear y son menos seguras. Será imposible cumplir con los objetivos de Kyoto sin energía nuclear. Cierto que hay problemas, como el de los residuos, pero, como también señala Rosell, la tecnología acabará solucionándolos. Dicho todo eso, aquí seguimos hablando de otras cosas y jugando con las que nos hacen crecer, crear empleo y riqueza, es decir, futuro. Al menos, habría que debatir en serio el asunto.
Publicado en: http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=3160_5_175305__Opinion- Nucleares-ahora
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