Bruselas confirmó ayer el secreto peor guardado de la economía española: lo peor está por venir. Al menos desde el punto de vista del empleo. Las previsiones de primavera de la Comisión Europea estiman, en concreto, que entre los años 2009 y 2010 la economía española destruirá nada menos que 1,59 millones de puestos de trabajo adicionales. Una cifra verdaderamente colosal a la que habría que añadir los 98.400 empleos (-0,6%) que se destruyeron en 2008 (media anual respecto al mismo periodo de 2007). Esto quiere decir que los dos años largos de recesión en los que estará inmersa la economía española se llevarán por delante nueve de cada cien puestos de trabajo.
Los datos dados ayer a conocer por la Comisión Europea no dejan lugar a dudas sobre la intensidad del ajuste. Según sus previsiones, este año se destruirán más de un millón de empleos (-5,3% de la ocupación), mientras que el año próximo habrá que añadir otros 517.950 puestos de trabajo perdidos (-2,7%). Si se cumplen las previsiones, esto significa que al acabar el año próximo la población ocupada se situará en 18,66 millones de trabajadores. Es decir, muy lejos de los 20,5 millones alcanzados en el tercer trimestre de 2007, y que marca el punto históricamente más elevado en cuanto a nivel de ocupación. O dicho en otros términos, la recesión destruirá casi dos millones de puestos de trabajo.
La Comisión Europea, sin embargo, y pese a la dureza de los datos, parece haber optado por suavizar las consecuencias que tendrá la destrucción de tantos puestos de trabajo sobre la tasa de paro. De manera incomprensible, estima que en 2009 el desempleo afectará al 17,3% de la población activa.
Se trata de una previsión completamente irreal -y desde luego inexplicable- habida cuenta de que ya en el primer trimestre se ha alcanzado el 17,36%, lo que hace complemente inverosímiles las estimaciones de los funcionarios de Bruselas. Sobre todo si se tiene en cuenta que este año se destruirán más de un millón de puestos de trabajo, según sus propias previsiones. Este hecho convierte en papel mojado, igualmente, las estimaciones para 2010, en las que habla de una tasa de paro del 20,5%, cifra que parece a todas luces infraestimada.
Sangría del tejido productivo
Los datos son extremadamente relevantes, y no sólo por el hecho de que la recesión se lleve por delante casi dios millones de puestos de trabajo, sino por los efectos devastadores que puede tener esta sangría en el tejido productivo para las cuestas públicas. En el caso de la Seguridad Social, hay que tener en cuenta que, según la comunicación enviada a Bruselas el pasado 31 de marzo, el Gobierno estima un superávit de 2.190 millones de euros al finalizar el año 2009 (en términos de Contabilidad Nacional, lo que significa incluir el gasto en desempleo).
Esos presupuestos, sin embargo, se hicieron partiendo de que la economía destruiría un 3,6% de su fuerza laboral, pero si se cumplen las previsiones de Bruselas lo cierto es que se perderá un tercio más de empleos. O lo que es lo mismo, habrá 350.000 puestos de trabajo menos de los que estima el Gobierno. Y a ellos habrá que añadir un número difícil de cuantificar de trabajadores que dejaran de percibir una prestación económica a cargo del Inem, ya sea de carácter contributivo o asistencial, lo que significa que el Estado deja de cotizar por ellos a la Seguridad Social.
A la luz de estos datos, no es de extrañar que la Comisión Europea haya revisado sustancialmente al alza sus estimaciones de déficit público para este año y el próximo. Prevé, en concreto, un desequilibrio del conjunto de las administraciones públicas equivalente al 8,6% en 2009 y al 9,8% en 2010, niveles jamás alcanzado por la economía española.
Lo más relevante, sin embargo, es que, según la Comisión Europea, el déficit estructural -es decir sin tener en cuenta el ciclo económico- se situará en 2009 en el 6,8%, y en el 8,2% en 2010, lo que da idea de las enormes dificultades que se presentan a medio y largo plazo para equilibrar las cuentas públicas. Hasta el punto de que Bruselas prevé que la deuda pública en circulación alcance el 62,3% del Producto Interior Bruto en 2010.
Quiere esto que el año que viene España incumplirá ya dos de los cuatro requisitos que establecía el Tratado de Maastricht para formar parte de la unión monetaria: el de déficit público (un máximo del 3%) y deuda pública (límite 60%).
Publicado en: http://www.cotizalia.com/cache/2009/05/05/noticias_39_recesion_destruira_mi llones_puestos_trabajo_hasta.html
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