domingo, 5 de agosto de 2007

Trabajo regula la financiación de las acciones formativas de las empresas y los permisos individuales de formación

A través de la iniciativa de formación de demanda las empresas pueden planificar la formación de sus trabajadores y financiarla total o parcialmente mediante la aplicación de un sistema de bonificaciones.

El Boletín Oficial del Estado publica hoy la Orden Ministerial que regula la financiación de las acciones formativas de las empresas y de los permisos individuales de formación. La norma confirma el compromiso por parte del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de impulsar la formación que desarrollen las empresas y favorecer el dinamismo de la actividad formativa en el ámbito laboral.

A través de la iniciativa de formación de demanda, las empresas pueden planificar y gestionar la formación de sus trabajadores, financiándola total o parcialmente mediante la aplicación de un sistema de bonificaciones en sus cuotas de la seguridad social.

La formación de demanda traslada la ayuda hasta sus usuarios directos. Ofrece un marco de seguridad jurídica y transparencia que permite a las empresas disponer anualmente de un crédito para la formación de sus trabajadores. De este modo, potencia la planificación y la integración de la formación en la actividad de la empresa.

Por su parte, el Sistema Nacional de Empleo (integrado por todos los Servicios Públicos de Empleo) garantiza a las empresas la existencia de un sistema telemático para la realización de sus comunicaciones de inicio y finalización de la formación, limitándose la intervención, básicamente, a los aspectos de evaluación, seguimiento y control de las acciones formativas.


CASI SESENTA MIL EMPRESAS FORMADORAS MÁS EN 2 AÑOS

El sistema de bonificaciones ha demostrado su potencial como dispositivo para facilitar la formación para las empresas. En 2006 cerca de 90 mil empresas dispusieron de 230 millones de euros a través de bonificaciones en sus cotizaciones a la seguridad social para compensar sus gastos en la formación de sus trabajadores. En julio de 2007 son más de 100 mil las empresas registradas en la aplicación telemática para realizar las comunicaciones de la formación a la Fundación Tripartita. El presupuesto para este ejercicio asciende a 354,1 millones de euros.

Se ha pasado desde las 32.000 empresas formadoras de 2004 hasta las 89.000 empresas que en 2006 han utilizado el sistema para formar a 1.150.000 trabajadores, aproximadamente.

Sin embargo, el desarrollo del sistema durante estos años ha puesto de manifiesto determinadas insuficiencias, limitaciones y otros aspectos claramente mejorables que el nuevo marco normativo pretende corregir a través de la incorporación de diferentes medidas. Entre otras, una significativa reducción de los plazos de comunicación de las empresas para favorecer la flexibilidad en la toma de decisiones, la habilitación de créditos adicionales para la realización de permisos individuales de formación; la actualización de los módulos económicos máximos aplicables o la eliminación de la exigencia de cofinanciación de la formación para las empresas de menos de 10 trabajadores.

Todo ello con un objetivo principal: impulsar y extender la formación entre las empresas y los trabajadores para mantener actualizadas las competencias de unos y asegurar la capacidad de competir de las otras.

Todas estas medidas pueden incidir, de una u otra forma, en el comportamiento del sistema de bonificaciones, incrementando las tasas de cobertura de participación de las empresas, por un lado, y, por otro, intensificando la utilización del sistema por parte de muchas empresas que ya participan en él.


MÁS DE TRESCIENTAS MIL EMPRESAS EN 2010

Inicialmente, se prevé que la evolución de las empresas que realizan formación mediante el sistema de bonificaciones seguirá un proceso de evolución creciente en el tiempo. En este nuevo escenario se llegaría al año 2010 con una tasa de cobertura estimada entre las empresas del 17,1 por ciento del total (303.500 empresas, frente a las 169.590 que se prevén sin realizar ningún tipo de actuación específica); un porcentaje de trabajadores participantes en acciones formativas del 16,5% sobre la población asalariada del sector privado (2.224.000 trabajadores), es decir, más de cuatro puntos porcentuales del peso que se establece en la Estrategia de Lisboa para 2010; y, por último, una disposición de crédito para bonificaciones de 582,8 millones de euros.

Las Pymes podrán beneficiarse de medidas específicas en el tratamiento de sus bonificaciones. Tendrán, también, la opción de agruparse con otras empresas para participar en actividades formativas y la posibilidad de compensar los costes que pueda suponer la externalización de sus actividades formativas.

Estas medidas se completan e integran con otras articuladas en un Plan coordinado de Apoyo a Pymes que se elaborará anualmente entre el Servicio Público de Empleo Estatal y las Comunidades Autónomas.


LA REFORMA DE LA FORMACIÓN EN EL ÁMBITO LABORAL

El proceso de reforma de la formación en el ámbito laboral se inicia con el Acuerdo de Formación Profesional para el Empleo, alcanzado entre el Gobierno y los Interlocutores sociales en febrero de 2006. El RD 395/2007, de 23 de marzo, por el que se regula el subsistema de formación profesional para el empleo es un paso decidido en esa dirección.

La formación para el empleo pone a disposición de las empresas y los trabajadores un modelo de formación orientado al empleo, moderno y eficaz. Para las empresas, una formación que responda a sus necesidades específicas, que permite la planificación y la gestión de las acciones formativas de acuerdo con la actividad productiva. Para los trabajadores, una oferta formativa amplia y adaptada a sus necesidades, que capacite para el desempeño cualificado de las distintas profesiones y el acceso al empleo.

Ambas iniciativas -la formación de demanda y la formación de oferta- constituyen el núcleo fundamental del modelo de formación profesional para el empleo, pues determinan diferentes y complementarios espacios de formación para las empresas y para los trabajadores, tratando de responder a las necesidades específicas de unas y de otros.

La consideración del aprendizaje permanente como un pilar fundamental de la estrategia de empleo en una economía basada en el conocimiento, supone la necesidad de adaptar los sistemas de educación y de formación a las nuevas necesidades en materia de competencias, tarea en la que está inmerso el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, con la elaboración de un amplio marco normativo.


RECURSOS PÚBLICOS PARA LA FINANCIACIÓN

El subsistema de Formación para el empleo se financiará a través de los Presupuestos Generales del Estado, con los fondos de la cuota de formación profesional aportada por las empresas y por los trabajadores; con las ayudas del Fondo Social Europeo y con aportaciones específicas del Servicio Público de Empleo Estatal INEM y de las Comunidades Autónomas.

En 2007, el presupuesto que se destinará al desarrollo de actuaciones de formación profesional para el empleo ascenderá a 2.236 millones de euros (2.235.874.890 euros).

http://www.tt.mtas.es/periodico/Laboral/200707/LAB20070731.htm

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