Las empresas vascas tienen serias dificultades para cubrir numerosos puestos de trabajo en la industria
J. L. GALENDE j.l.galende@diario-elcorreo.com/BILBAO
El futuro desarrollo económico del País Vasco se verá condicionado a medio plazo por la falta de mano de obra cualificada en las principales actividades industriales, alerta Confebask, que tiene en marcha diversos programas para aliviar la escasez profesionales en este sector con la colaboración del Gobierno vasco. Cubrir numerosas especialidades es un problema que las empresas sufren desde hace años, pero con un nivel de paro de sólo el 3,4% -considerado como pleno empleo por los especialistas- se ha convertido en un desafío, ya que la búsqueda resulta más difícil.
En Euskadi trabajan más de 970.000 personas, una cifra sin precedentes en su historia. Además, las tasas de actividad (55,2%) y ocupación (67,8%) se encuentran en máximos. La escasez de profesionales es generalizada; en especial, en los empleos de menor calidad y mayor temporalidad y penosidad. Pero lo que de verdad preocupa a la patronal y a las instituciones es el caso de la industria, donde existen casi 250.000 ocupados.
José Luis García Bengoa, responsable de formación de la Confebask, subraya el reto que la economía vasca tiene por delante. Si la escasez de especialistas industriales se convierte en un problema crónico, puede derivar en una deslocalización de empresas -subraya-, ya que la alternativa a traer trabajadores de fuera puede ser, en ocasiones, llevarse la producción a otros países.
Entre las titulaciones que muestran mayores carencias de personal para cubrir las necesidades de las compañías figuran las relacionadas con la fabricación mecánica -mecanizado, soldadura y calderería, producción por mecanizado...-; electricidad y electrónica -equipos electrónicos de consumo, sistemas de regulación y control automáticos, sistemas de telecomunicación e informáticos...); mantenimiento y servicios a la producción de vehículos autopropulsados. Todos ellos tienen índices muy elevados de inserción laboral -por encima del 83% en un periodo de cinco o seis meses- y están entre los que más preocupan a la patronal.
Importar especialistas
Algunas especialidades cuentan con un nivel de incorporación al mercado de trabajo incluso más elevado, pero las citadas comparten el mismo problema: la escasa presencia de la mujer, que en ninguno de los casos llega al 7% y en algunos, como el mantenimiento de vehículos, ni siquiera al 1%. Confebask se ha empeñado desde hace años en la incorporación femenina a la industria para paliar en parte ese déficit de mano de obra. Mantiene varios programas y campañas con ese objetivo al tratarse de la última reserva de mano de obra autóctona.
La industria vasca ha cubierto hasta la fecha sus necesidades de especialistas con trabajadores llegados de otros puntos de España y con inmigrantes. Los datos de la Seguridad Social revelan que unos 4.000 extranjeros trabajan en la industria manufacturera de Euskadi; el 10% del total, de afiliados foráneos, y casi otros 3.000 en la reparación y venta de vehículos.
En este capítulo -indica García Bengoa-, la patronal estudia vías para formar a los futuros empleados de las empresas vascas en sus países de origen. Otra fórmula ya anunciada por el Gobierno autónomo es la de traer alumnos extranjeros a los centros de Formación Profesional (FP), donde existen numerosas plazas libres, con la esperanza de convencerles para que luego ocupen los puestos vacantes en el París Vasco.
Pese a los esfuerzos realizados en los últimos años por la patronal, la Administración y diversos organismos, no se ha podido frenar el descenso de matriculaciones en FP, aunque cabe atribuirlo en parte a razones demográficas: cada vez hay menos jóvenes. Incluso, podría hablarse de éxito de su empeño, cuando se observa que entre 2000 y 2006 el número de sus estudiantes ha caído un 11,3% -hasta 27.953-, cuando los de bachillerato lo han hecho en un 27% (31.163 en el curso pasado).
En todos los sectores
Un vistazo a los datos del Servicio Vasco de Empleo (Lanbide) permite confirmar que la escasez de mano de obra se da ya en todos los sectores y en numerosas familias profesionales, y que es la calidad o la continuidad del empleo lo que guía a los demandantes a inclinarse por un puesto u otro. De los que tienen una oferta significativa, son los agentes de seguros, los encuestadores y los demostradores de productos en comercios los que tienen más posibilidades de encontrar trabajo: las propuestas de colocación superan hasta en cinco veces a las personas que están dispuestos a aceptar esos trabajos.
Sin embargo, para hablar con rigor de auténtica escasez de mano de obra, hay que ir al 'catálogo de profesiones de difícil cobertura', que publica trimestralmente el Inem, y que establece las ocupaciones en las que se puede recurrir a inmigrantes porque no son cubiertas por mano de obra autóctona. El caso más grave es el de Álava, donde están incluidas 51 profesiones, seguido de Guipúzcoa, con 31 -en ambos casos con tareas relacionadas con la construcción y la industria del metal, sobre todo-, mientras que en Vizcaya sólo hay seis, si se exceptúan, al igual que en Guipúzcoa, las relacionadas con el mar, que tienen tratamiento diferenciado.
Fuente http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20070211/portada_viz/bus
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