Camps cree que la fortaleza económica de la región suplirá la merma de fondos europeos

«Coherencia y eficiencia» ante la drástica reducción de los fondos europeos y altas dosis de autoestima por incorporarse al grupo de las regiones más punteras del continente. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ve la botella medio llena ante el reto que supone perder el 60% de las subvenciones comunitarias y así lo transmitió en la presentación del Programa Operativo Integrado de la Comunidad para el periodo 2007-2013.

Este documento recoge las líneas estratégicas que guiarán al Gobierno valenciano para invertir los 1.964,6 millones de euros que percibirá la región en los próximos seis años, después de que la Unión Europea le halla catalogado como Objetivo 2. De esa cuantía total, la Generalitat gestionará directamente 721,2 millones.

El jefe del Consell estuvo rodeado en la presentación, que corrió a cargo del conseller de Hacienda, Gerardo Camps, de medio Ejecutivo, así como de los principales referentes de la economía valenciana y altos cargos de la Generalitat.

En su discurso, destacó que gracias a la buena gestión de los fondos europeos realizada en los últimos años, la Comunidad ha logrado ascender al grupo de regiones europeas incluidas en el Objetivo de Competitividad Regional y Empleo.

Para Camps, «no sólo hemos despedido para siempre a las regiones que necesitaban de un esfuerzo económico especial para salir de procesos de desarrollo en términos europeos, sino que también da la coincidencia de que hemos despedido una situación política en términos autonómicos de segunda división, porque tenemos un nuevo Estatuto». Así pues, la región encara el futuro fortalezida en el plano económico -con una tasa de paro cercana al ocho por ciento y al 92 por ciento de la renta media comunitaria- y político, gracias al refuerzo del autogobierno emanado de la reforma estatutaria, que marca uno de los hitos de la legislatura que ya enfila su recta final. El presidente de la Generalitat empleó el símil futbolístico para invitar a sus compañeros de gobierno y a la sociedad civil a «competir en la liga de los mejores».

El objetivo trazado por Camps pasa por alcanzar el 2010 el pleno empleo técnico -que equivale a situar la tasa de paro al cinco por ciento- y lograr la convergencia en términos reales con Europa. Para ello, resultará vital encarar la gestión de las subvenciones comunitarias con criterios de «coherencia y eficacia».

Si bien es cierto que la Comunidad perderá ayudas porque ha abandonado el furgón de cola de las regiones europeas gracias a su desarrollo económico y social -genera empleo y crece pese a haber sumado en apenas seis años un millón de habitantes-, la «mala negociación del Gobierno central» de los Presupuestos de la Unión para el periodo 2007-2013 supone una merma drástica en los ingresos, que desde la entrada de España a la antigua CEE habían ascendido a cerca de 6.000 millones de euros -el 5,75% de los presupuestos de la Generalitat en todos esos años y el 16% del presupuesto para infraestructuras de dicho periodo-.

Ahora, las cantidades se reducen a 1.964 millones de euros que, además, se reorientarán a otro tipo de actuaciones. Uno de los ejes prioritarios serán las ayudas al desarrollo de la economía del conocimiento, que con una inversión de 172,7 millones de euros, recibirán el 31,9% de las ayudas. Las actuaciones en materia de investigación en universidades, el Instituto Valenciano de Investigaciones Turísticas, las redes de apoyo a la innovación a las empresas y la promoción de la I+D+i en las pymes, gozarán de preferencia.

Nueva filosofía de gasto

En esta línea, las subvenciones en materia de desarrollo e innovación empresarial, claramente ligadas al bloque anterior, recibirán el 29,8% del montante total -161,5 millones-. El sector turístico e industrial y las acciones innovadoras gestionadas a través del Consejo de Cámaras de la Comunidad serán los principales beneficiados. La nueva filosofía de gasto que supone la consideración de región Objetivo 2 para la UE supone también la apuesta por las políticas de medio ambiente. En este sentido, Camps recordó que «el territorio es nuestro principal bien y tenemos que cuidarlo». Con tal fin, el 12,9% del fondo europeo de desarrollo regional -70 millones- se destinarán a actuaciones relacionadas con el medio ambiente, como la descontaminación de suelos, la mejora de la eficiencia en el uso de regadíos o la limpieza de barrancos. Por último, aunque no en orden de preferencias, quedan las políticas de transporte y energía, encaminadas a potenciar el transporte marítimo, la logística y el empleo de energías renovables. Estas líneas se llevarán el 13,8% de las ayudas -75 millones-. El desarrollo sostenible local y urbano contará con una dotación de cuarenta millones de euros.

Otra línea de subvenciones procederá del denominado Fondo Social Europeo, dotado con 180 millones. El fomento del empleo, la inclusión social y las políticas de igualdad entre hombres y mujeres -con 79,8 millones- gozarán de las mayores ayudas comunitarias. Mientras, los fondos de desarrollo rural quedan fuera de estas líneas.

A. CAPARRÓS