domingo, 8 de noviembre de 2009

Los inmigrantes 'desaparecen' de las bolsas de ofertas de empleo

Hasta la llegada de la crisis, cualquier despido podía subsanarse con la colocación como dependiente o en el sector de la restauración. En tiendas y bares abundaban los carteles sobre los escaparates en los que se informaba de la necesidad de mano de obra. Los anuncios se han esfumado.
Las bolsas de empleo, como la que gestiona el sindicato CSI-F, han experimentado una profunda transformación.
«Han caído hasta casi la desparición las llamadas de inmigrantes interesándose por posibles ofertas de trabajo, que ahora son, o de comerciales por cuenta propia o de asuntos muy específicos o técnicos», señalaron fuentes del CSI-F, que aseguran que los desempleados «están pidiendo ahora más cursos de materias prácticas, como Jardinería o Electricidad y no tantos de los clásicos de Inglés o Excel, que daban una formación general, pero que no ofrecían una salida laboral por sí mismos».
Según los datos ofrecidos esta semana por el Ministerio de Trabajo, el pasado mes de octubre en la Comunitat se contabilizaban 73.562 extranjeros en paro, lo que supone un incremento respecto al mismo mes de 2008 de un 69%. El desempleo nacional en la Comunitat se incrementó en ese periodo un 44%. Respecto al número de afiliados en empresas valencianas, los cotizantes de origen español han descendido en torno al 8% a lo largo del último año, una tasa que es prácticamente la mitad que la registrada entre los afiliados extranjeros en la Comunitat.
Desde principios de la década actual, la oferta de empleo de baja cualificación comenzó a cubrirse de manera habitual con personas llegadas de otros países con intención de participar en la eclosión económica que se estaba viviendo en España.
Sectores como la hostelería, la construcción o la hostelería demandaban un perfil de trabajador que los ciudadanos españoles no atendían, principalmente por los horarios y los salarios ofrecidos. «Antes, esos puestos de trabajo los cubrían los inmigrantes por exceso de oferta. Sin embargo, ahora es distinto. Sin ir más lejos, para la recogida de la naranja no habíamanera de encontrar jornaleros españoles, y ahora se contrata a gente conocida. Incluso en el sector de la construcción han desaparecido. Se busca lo nacional, entre aquellos conocidos, que son muchos los que se han quedado sin trabajo», explica un responsable de gestionar la bolsa de trabajo del CSI-F.
Las ofertas de empleo se han racionado como el pan de los pobres. «Desde que se inició la crisis, ha descendido la posibilidad de emplearse tanto en el número de ofertas como en su variedad. Los perfiles de los puestos de trabajo son distintos», señalan las mismas fuentes, que indica que, si antes era el trabajador en paro el que tenía cierta capacidad de elección, las tornas han cambiado mucho. «Nos llegan sobre todo ofertas de comerciales a los que se les exigen contratos de autónomos, lo que permite a la empresa no arriesgar. Se trata de trabajos para el cobro de morosos y la venta de seguros», explican desde el sindicato.
El descenso de los posibles trabajos va en consonancia con la caída del consumo. El ahorro impera y alcanza cuotas de incremento cercanas al 40%, y si nadie compra es difícil que se necesiten dependientes que atiendan clientes, o personas que fabriquen productos de manera masiva. Todo se hace hilando muy fino.
«A la bolsa llegan ofertas de empleo muy específicas, como son médicos especialistas para empresas o incluso profesores de guitarra. Antes se registraban más peticiones de dependientes, camareros, pero eso ya no se ve. De hecho, antes, cuando se visitaban empresas, había una serie de demandas de empleo que ahora han desaparecido», explican desde el sindicato.
Para encontrar trabajo se recurre a los círculos de amigos, a los conocidos y familiares, que son también los que sostienen a aquellos miembros de su entorno social que han quedado más desprotegidos económicamente hablando. Ese apoyo en el entorno es, precisamente, algo con lo que los inmigrantes no cuentan, al estar en situación de desarraigo.
«Una técnica que está empleando la gente que busca empleo es apuntarse a asociaciones de diverso tipo, aparte del sindicato, para conob cer a otra gente y, de paso que hace amistades, tratar de encontrar salidas laborales», señalaron desde el CSI-F.
Los cursos de formación tienen cada vez más demanda. Entre los servicios que ofrece el sindicato CSI·F está al programa de Orientación Profesional Para el Empleo y el Autoempleo, OPEA. Este servicio, que dura nueve meses y por el que pasan unos 700 usuarios, ayuda a mejorar aspectos que puedan suponerles mayores posibilidades a la hora de encontrar un trabajo.
Se imparte, por ejemplo, un taller de técnicas de entrevista para facilitar trucos y consejos a los desempleados para afrontar con éxito las temidas entrevistas de trabajo. Una de las prácticas más utilizadas en estos talleres es la del 'roleplaying' grabado en vídeo. Esto consiste en simular una entrevista que se graba en vídeo para detectar posturas incorrectas, 'muletillas' expresivas, 'tics' nerviosos. etc. «Es más fácil hacer correcciones y el aspirante puede observar sus errores», señalan desde el CSI-F, que indica que las ventajas de este método han hecho del roleplaying una práctica muy habitual en estos talleres ya que ayuda a los desempleados a controlar sus nervios y dar una imagen más sosegada.

Publicado en: http://www.lasprovincias.es/valencia/20091108/euros/inmigrantes-desaparecen -bolsas-ofertas-20091108.html

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