domingo, 29 de noviembre de 2009

La economía española en la mira de 'The Economist'

El semanario británico hace un análisis de los principales problemas por los que atraviesa la economía española. El desempleo es uno de los principales obstáculos que frena el crecimiento de España. Mientras no haya reformas al sistema laboral el crecimiento del país deberá seguir dependiendo del resto de Europa.

Mientras otras economías de la Unión Europea han logrado salir de la crisis en lo que va del año, la española se ha contraído por sexto trimestre consecutivo. Sin embargo, en comparación con otros países, no ha tenido tan malos resultados. Por ejemplo la caída del 0,3 por ciento del PIB no se compara con la que ha sufrido Gran Bretaña y países como Alemania o Italia han experimentado caídas aún más grandes.

“El problema es que la recesión ha golpeado a España de forma aún más profunda”, explica The Economist. Por lo que hasta los pronósticos más optimistas auguran una recuperación lenta y difícil que llegará quizá en el 2011.

Con la segunda tasa de desempleo más alta de Europa, “España da muestras de que tenía serios problemas estructurales mucho antes de que la burbuja inmobiliaria explotara en el 2007, por lo que entró a la crisis de forma debilitada”, opina la revista británica.

Por su parte, el Presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero por fin ha admitido que el ‘boom’ de la construcción fue toda una falacia. De hecho, 900 mil personas que engruesan las filas del paro provienen de esta industria, una masa de trabajadores ‘no calificados’ que han perdido su empleo para siempre.

A pesar de la situación, Zapatero el ‘eterno optimista’, para The Economist, insiste en afirmar que la recuperación ya está en marcha y que le potencial de crecimiento de España se mantiene por encima de la media europea. “El problema es que el Presidente de Gobierno ha perdido toda credibilidad”, dice el semanario.

Por ahora su gobierno planea una ley de “economía sostenible”, como parte de su estrategia de crecimiento con miras al 2020. “Un proyecto de buenas intenciones y pocas medidas, que sólo incluye una modesta liberalización y la promoción de energías renovables”, opina The Economist y comenta: “El plan no incluye reformas al mercado laboral que faciliten el despido de trabajadores, ya que esto enfadaría a los sindicatos amigos del Sr. Zapatero”.

El sistema laboral español es para muchos no sólo ineficiente sino injusto. La mitad de los trabajadores cuenta con un contrato permanente que hace casi imposible y muy costos los despidos. El resto de los empleados se encuentran en el limbo de los contratos temporales, a un paso del desempleo. “Estos últimos fueron los primeros en perder su empleo cuando comenzó la crisis”, recuerda The Economist.

Y aunque Elena Salgado, Ministra de Finanzas, insista en que esta situación ayuda a flexibilizar el sistema, esto afecta directamente a la productividad. “Los trabajadores ineficientes con contrato permanente están protegidos, por lo que no hay ningún incentivo para contratar a nuevos trabajadores o capacitar a los jóvenes y temporales”, arremete el semanario económico.

The Economist pronostica que las filas del paro se verán engrosadas por los despidos en pequeñas empresas que no podrán resistir las estrictas leyes laborales y la falta de créditos. “Si no hay un cambio en las leyes, muchas empresas estarán en riesgo de quebrar”, dice e insiste “entre más desempleo mayores costos para el Estado y la economía”.

Desafortunadamente, el deterioro de las finanzas públicas en España está limitando la acción del gobierno. “Los planes para incrementar el impuesto sobre la renta y las ventas sólo arrebata el poder adquisitivo de los consumidores”, dice la revista. Hasta Goldman Sachs ha pronosticado un modesto crecimiento a finales de año, seguido de caídas que llevarán a cifras negativas durante un 2010 lleno de baches.

Con un déficit público y pocas reformas en la mira, The Economist pregunta de ¿dónde vendrá el crecimiento de España? Por ahora la respuesta la encuentra en el resto de Europa, que adquiere dos tercios de las exportaciones españolas. “España seguirá dependiendo del buen o mal desempeño de países como Alemania y Francia por un buen tiempo, ojalá que un día el país ibérico pueda hacer más para ordenar su propia casa”, concluye el editorial de la revista económica británica.

Publicado en: http://www.expansion.com/2009/11/27/opinion/1259313005.html

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