domingo, 11 de octubre de 2009

Del consumismo a la 'economía de guerra' familiar

En apenas dos años, los hogares españoles han pasado del consumismo voraz y el endeudamiento sin complejos a una economía de guerra. Cada casa es un mundo y esta conclusión tendrá miles de excepciones, pero es lo que cuenta la lectura simplificadora de las estadísticas. Las familias ahorran ya, en conjunto, un 17,5% de su renta disponible, una cifra inédita desde hace más de 40 años. Los expertos señalan que este drástico cambio de prioridades tendrá consecuencias en la demanda y retrasará la recuperación. Pero, también, que era inevitable y que ha llegado para quedarse.

El miedo al paro y el peso de la deuda condicionan las decisiones de gasto

La facilidad para acceder al crédito, las buenas cifras de empleo y la percepción de que cada vez eran más ricos (al menos para los que eran propietarios de viviendas o acciones), incentivaron a los hogares a consumir más y pedir más préstamos hasta hace bien poco. El súbito endeudamiento de las familias españolas fue una de las señales más nítidas de que la burbuja se hinchaba. Como lo fue que la tasa de ahorro cayera hasta niveles mínimos en la historia moderna, cerca del 10%. La economía española se situó más cerca que nunca del modelo imperante en EE UU y Reino Unidos, los paraísos del consumismo: mínimo ahorro familiar y deuda masiva.

La crisis ha reventado este modelo y la tasa de ahorro familiar es uno de los mejores testigos. "Igual que bajó en la fase de expansión, el ahorro aumenta ahora que la actividad económica se contrae", sintetiza Ángel Laborda, director del gabinete de coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorros. La duda radica en si, igual que los hogares gastaron muy por encima de sus posibilidades, ahora no se pasan de previsores. En el segundo trimestre, según los datos divulgados esta semana, el ahorro de las familias aumentó un 87,5% respecto al mismo periodo de 2008. Pero el gasto cayó un 8,6%. Y el consumo de los hogares explica más del 55% de la evolución del PIB.

Josep Oliver, catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, recalca el peso de los factores psicológicos en la economía, mayor aún si cabe en las decisiones domésticas. "Hay una enorme inquietud, muy marcada por lo que ocurre en el mercado de trabajo y por el elevado grado de endeudamiento", explica.

Con la tasa de paro apuntando al 20%, impera el miedo a perder el puesto de trabajo y, con ello, la principal fuente de ingresos. La losa de afrontar el pago de una cuota hipotecaria cada mes, es otro incentivo a reservar cada euro. Es lo que los economistas han bautizado como el ahorro por motivo de precaución.

¿Está siendo demasiado rápido el ajuste? Laborda y Oliver, dos de los principales estudiosos del tema en España, coinciden en que el repunte ha superado sus expectativas. Pero no creen que sea negativo. "Quizá el consumo tarde algo más en volver a crecer, pero es un proceso inevitable, los mercados internacionales no nos van a permitir el grado de endeudamiento de esta última década prodigiosa", señala Oliver, que anticipa una tasa de ahorro alta durante varios años más, más cercana a lo que es habitual en Alemania, Francia o Italia. "La destrucción de empleo empieza a ser menor, los hogares pueden volver a consumir pronto, es una cuestión de confianza", opina Laborda, quien cree que la forma en la que el Gobierno ha comunicado la subida de impuestos no ayuda.

"Los ajustes que serán necesarios para devolver al sector privado a niveles de endeudamiento razonables son todavía enormes", avisa Giada Giani, analista de Citigroup, en un reciente informe sobre la evolución del ahorro familiar español. La deuda acumulada por los hogares apenas acaba de empezar a caer (ver gráfico). Y, dada su naturaleza (en su mayoría préstamos hipotecarios a largo plazo), el descenso será muy gradual. Con el crédito escaso en todo el mundo, eso se traducirá en más ahorro, aumentos del consumo muy tibios y un crecimiento con el freno de mano echado.

"No hay atajos, la única manera de lograr una recuperación sólida es mediante la reconstrucción del balance de la economía familiar. Y eso llevará mucho tiempo", sentenció hace un par de meses Edmund Phelps, Premio Nobel de Economía. Phelps vaticinó que, para la economía estadounidense, serán necesarios 15 años. Y eso con una tasa de paro inferior al 10%.


Publicado en: http://www.elpais.com/articulo/economia/consumismo/economia/guerra/familiar /elpepueco/20091011elpepieco_2/Tes

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